miércoles, 6 de mayo de 2009

MONO TITI, MUERE HORAS DESPUES DE SER DECOMISADO.


El 4 de mayo se hizo pública una denuncia contra el reconocido programa “La Ley de la Selva”, de Mega. Una familia, que tenía como mascota a un ejemplar hembra de mono Tití (Saimiri sciureus) hace más de 20 años, denunció que el espacio televisivo les requisó su mascota, y horas más tarde murió.


Este hecho nos muestra una vez más que en Chile aún falta que se lleven a cabo de una buena forma las leyes referentes al tráfico de animales. La Convención CITES, que tiene carácter de ley, es clara al señalar que un ejemplar, encasillado en el apéndice II de CITES como es el caso de los Tití, necesita de un certificado especial de ingreso al país o de egreso del país de procedencia. Si éste documento no existe, entonces quiere decir que el animal es ilegal, y no hay manera alguna de legalizarlo, por lo que el caso debe ser llevado a tribunales.


Para que esto no evolucione negativamente, Carabineros, la Policía de Investigaciones o el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), deben pedir a la persona que tiene el animal en su poder que lo entregue en forma voluntaria. De esta forma, se ahorra la multa, pero en ningún caso puede seguir en su poder.


En Chile, los organismos que deben velar por el cumplimiento de CITES son el SAG y Sernapesca, en el caso de animales terrestres y marítimos, respectivamente. Sin embargo, con el transcurso del tiempo nos hemos dado cuenta que en el SAG no hay personal capacitado para hacer valer esta ley, pues ni siquiera los mismos funcionarios saben realmente su aplicación.


Lo anterior se pudo verificar en octubre del año pasado, cuando se decomisó el león “Gaucho”, que se encontraba en el Circo Magnun de Concón. En esa oportunidad, el SAG no hizo más que dar la orden para el decomiso del león, pero la denuncia se tuvo que hacer ante la Brigada de Delitos Medioambientales (Bidema) de la Policía de Investigaciones, que en la praxis no tendría competencia en el tema.


El caso de la mona “Pepita” ha causado gran revuelo y, sin duda, es un asunto preocupante. Para decomisar al animal ilegal, un programa de televisión tuvo que rescatarlo. Pero, ¿son ellos los indicados para este proceso? En su lugar, el SAG tendría que haber realizado ese trámite hace 20 años atrás. Esto nos demuestra que los organismos pertinentes no están haciendo bien su trabajo, lo que trae como consecuencia la muerte de animales inocentes.

El tráfico de animales estaba tercero en los tráficos más lucrativos, después del tráfico de drogas y de armas. Hoy, se encontraría en el segundo lugar. Es por esto que se trafican animales en condiciones paupérrimas, en donde no les interesa que la gran mayoría lleguen vivos a destino, porque sólo uno ya es lucrativo. El tráfico de primates en particular, muestra una lamentable cifra: uno de cada veinte ejemplares llegan vivos a destino. Y como es lógico de pensar, el que llega vivo lo hace en condiciones miserables.


Este caso sirve para repensar el tema del tráfico de animales, y además hacer un llamado de atención a las autoridades pertinentes para que investiguen, fiscalicen y sancionen estas irregularidades.

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